GUERRA DE LOS PEDROS

El primer tramo de la frontera castellano-aragonesa quedó fijado a la muerte de Alfonso I el Batallador, entre 1135 y 1137 correspondiendo con la "extremadura" soriana. A partir de allí, el resto de la línea fronteriza fue pactado.
Cuando Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón se enfrentaron entre 1356 y 1369, no estaban en juego tierras que pudieran afectar a la integridad del reino aragonés. La "guerra de los dos Pedros" constituyó un episodio más de otra de más ancho alcance geográfico y de mayor duración, la "guerra de los Cien Años", dirimida fundamentalmente entre Francia e Inglaterra. Aragón y Castilla formaron parte de ella como aliados de aquéllos, aunque en realidad los motivos para este enfrentamiento peninsular fueron otros.
A mediados del siglo XIV, Castilla soportaba un profundo enfrentamiento social, cuyos bandos tenían como líderes al rey Pedro I de Castilla y a su hermano bastardo Enrique de Trastámara, pretendiente al trono castellano, respectivamente. Pedro IV de Aragón apoyó a Enrique, que, a su vez, contó con la ayuda francesa, personificada en Beltrán Duguesclin y sus famosas compañías.
El monarca aragonés tenía dos objetivos en esta lucha: incorporar el reino de Murcia a la Corona de Aragón -aspiración que data de tiempos de Jaime I, en el siglo XIII- y dominar el Mediterráneo occidental frente a Castilla y su aliada, Génova.
La guerra, muy cruenta, abarca de 1356 a 1369, porque su prolongación, entre 1365 y 1369, fue más bien entre el monarca castellano y su hermano, que acabó por destronarlo (1369). El escenario principal estuvo en las zonas limítrofes de ambos Estados, pero el reino de Aragón soportó la peor parte. Ciudades como Teruel estuvieron varios años en poder castellano. Las alternativas se sucedieron, como la tregua de 1357, la paz de Terrer (1360) y el incumplido tratado de Murviedro (1363) El resultado para Aragón, ineficaz.D
urante la guerra de los Pedros, se construyeron o reforzaron muchos castillos en la frontera y bastantes templos resultaron destruidos o dañados en los combates.
Calatayud fue conquistada, tras duro asedio, por los castellanos en 1362, retirándose cuatro años después. Como reconocimiento a su heroica resistencia el rey Pedro IV el Ceremonioso de Aragón eleva la villa a rango de ciudad, si bien en época islámica ya tenía esa consideración (medina). Poco después de la guerra se inicia la reconstrucción de varios templos, siempre en estilo mudéjar, conociéndose el nombre de algunos de los alarifes o maestros de obras moros.