El segundo alfarje de Villa Antonia se va a desmontar para su protección
El Ayuntamiento asume esta actuación para proteger las estructuras, tratarlo y conservar la policromía de este bien gótico, de cara a una futura restauración como ya se hizo con otro bien similar del mismo edificio.En las próximas semanas se licitará la contratación para desmontar uno de los dos alfarjes del interior del Palacio de Villa Antonia, una vez que se acaba de aprobar el proyecto de esta intervención.
Es una pieza de 4,78 metros por 6,90, de estilo gótico y de la segunda mitad del siglo XIV, con policromía del siglo XIX. Ocupaba una de las salas de ese noble edificio de la plaza del Carmen y su estado de conservación es deficiente, lo que hace muy recomendable una intervención con el fin de asegurar su conservación, frenar el deterioro que presenta, y acometer la limpieza y tratamientos que lo protejan para una futura restauración.
En este inmueble el Ayuntamiento ha realizado distintas intervenciones de urgencia. Una de ellas fue el desmontaje del alfarje que cubría la sala 1, que como se va a hacer con esta pieza de la sala 2, ya recibió un tratamiento de conservación y acopio de este bien de propiedad municipal.
Para la conservación del segundo alfarje la concejalía de Urbanismo, Patrimonio y Vivienda, presentaba al Plan de Bienes Muebles de Propiedad Municipal de la DPZ, un proyecto, que ha sido además aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio del Gobierno de Aragón.
La restauradora de Raquel Marco y el arquitecto Fernando Alegre, redactaron una memoria valorando en 39.957,25 euros en total, actuar en los 3 tramos que se conservan de los 5 que llegó a tener. Otros dos se perdieron en obras que se realizaron en este inmueble a lo largo del siglo XIX.
Los trabajos que se lleven a cabo consistirán en la limpieza y protección de la policromía así como de las piezas sueltas que se conservan. Se desmontará de los muros y se reforzará la estructura que lo sustenta, aplicándose tratamientos fungicidas ante xilófagos. Además se preconsolidará para identificar cada pieza antes de embalarla y hacer su traslado y conservación. Previamente se realizarán análisis en laboratorio como apoyo y documentación para una intervención mayor, y se asegurará la decoración mural del entorno de la sala donde se encuentra.
Este segundo alfarje tiene problemas tanto de humedades como estructurales debido a los cambios de temperatura que han llevado a la pérdida de policromía.
Las dos salas medievales del palacio estaban cubiertas con esta decoración que ha sobrevivido a las numerosas transformaciones que a lo largo de los siglos se han realizado. Se van a guardar como legado del esplendor que tuvo esta propiedad en origen de la familia Muñoz Serrano.