CALATAYUD CUARTA PROVINCIA DE ARAGÓN
El 1 de enero de 1820 el coronel Rafael de Riego encabezó un pronunciamiento militar de signo liberal, que propició un cambio de régimen político. El Trienio Liberal estuvo marcado por la inestabilidad, ocasionada por los enfrentamientos entre los propios liberales y por la oposición, incluso armada, de los sectores absolutistas, que buscaban el retorno al Antiguo Régimen. Esta etapa finalizo en 1823, con la invasión del ejército conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”. Fernando VII derogó la obra del Trienio y restauró las instituciones anteriores a 1820. El final fue cruento, como atestigua el ajusticiamiento de Rafael de Riego, seguido por el inicio de una fase oscura de la historia española conocida como la Década Ominosa.
Los liberales en el poder implantaron un nuevo modelo administrativo y político, inspirado en la Constitución de Cádiz de 1812, que acabó con la división territorial de los corregimientos.
Se buscaba el equilibrio basado en aspectos demográficos y geográficos. Las diputaciones provinciales deberían impulsar el desarrollo y la prosperidad de sus pueblos y habitantes, además de ser instrumentos eficaces al servicio de la administración central del Estado.
Las Cortes españolas debatieron la configuración territorial provincial en la sesión celebrada el 7 de octubre de 1821. La creación de la Provincia de Calatayud fue debatida, puesta a votación y aprobada, los resultados: 76 votos a favor y 32 en contra. Las competencias de las provincias fueron muy variadas: reemplazos, beneficencia, educación, obras, exámenes de cuentas…. El 30 de diciembre de 1821 las Cortes aprobaron los límites territoriales de la Provincia de Calatayud, entre los pueblos integrados los había incluso del entorno de Medinaceli y Molina.
En 1822, ya establecido el marco jurídico, la Diputación de Calatayud fue constituida. La integraron el jefe político, que la presidía, el intendente y siete diputados provinciales provenientes de los diferentes partidos judiciales de la Provincia. Comenzó a gestionar asuntos y a elaborar documentos y expedientes derivados de su actividad administrativa.
Miguel de Cabrera de Nevares fue el primer presidente de la Diputación de Calatayud. De ideología liberal redactó una Memoria en la que asumía la tendencia independentista de las colonias españolas en América.
Entre 1821 y 1823 se hizo realidad una de las aspiraciones de la ciudad de Calatayud: ser la capital de una amplia área de municipios, poblados por más de 100.000 habitantes. La capacidad de atracción de la ciudad sobre un área circundante fue reconocida y resaltada con la creación de la Diputación Provincial de Calatayud, una institución con poder político y de gestión administrativa, que abría una perspectiva prometedora de desarrollo.
Pero la vida de la Provincia de Calatayud fue breve, su existencia concluyó con el decreto de 1 de octubre de 1823, por el cual Fernando VII declaró nulos todos los actos del Gobierno constitucional, entre ellos la creación de la Diputación Provincial de Calatayud, que desde ese momento dejó de existir para siempre.