Los gigantes de los Marqueses de Linares protagonistas en la ciudad jienense
Estas dos grandes figuras bilbilitanas desfilarán mañana por las calles de Linares en sus fiestas de San Agustín gracias al Grupo Cultural AJB. Les acompañará el alcalde de Calatayud para estrechar lazos con esa ciudad.Los municipios de Calatayud y de Linares se unen este miércoles a raíz de la historia y de dos personajes. José de Murga y Reolid y Raimunda de Osorio y Ortega, formaron en el siglo XIX uno de los matrimonios más destacados de la burguesía madrileña. Fueron más conocidos como los Marqueses de Linares, título que les concedió en 1872 el rey Amadeo de Saboya, y dedicaron parte de su fortuna a la beneficencia a través de la Institución de Caridad Marqueses de Linares que crearon y que sigue existiendo.
Este matrimonio descansa en la ciudad minera. En su testamento hicieron constar que esta localidad de la provincia de Jaén fuera beneficiaria de una porción de sus bienes y se levantase allí un hospital y una capilla, en cuya cripta fueron enterrados. Raimunda falleció en 1901 y José en 1902.
Los Marqueses de Linares dejaron también su huella en Calatayud y la ciudad les recuerda desde el 31 de mayo de 2014 con los dos gigantes que forman parte de la Comparsa de Gigantes, Enanos y Cabezudos de la que se hace cargo y cuida el Grupo Cultural AJB.
Estas dos figuras desfilarán este miércoles 27 por las calles de Linares, hasta donde se desplaza una delegación de nueve miembros de AJB y que encabeza el alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda.
La alcaldesa de esa ciudad minera, María Auxiliadora del Olmo Ruíz, proponía a Aranda que, dada la relación de los dos municipios con los Marqueses de Linares se pudieran acercar y unir en las fiestas que celebran en honor a San Agustín. Así es como surgió que los dos gigantes bilbilitanos sean parte del desfile festivo de esa ciudad. Allí acudirán junto a dos enanos sogueros para contar la importancia de un oficio que fue importante en Calatayud, del mismo modo que la minería lo fue para Linares. Con ellos viajará también el artesano José Maria Sánchez, en cuyo taller se hicieron los dos gigantes con los que también quieren contar esa ciudad de más de 55.000 habitantes.
Los Marqueses de Linares y Calatayud
La vinculación de los marqueses con la capital bilbilitana hay que buscarla en sus estancias estivales en los balnearios de Paracuellos de Jiloca y Alhama de Aragón donde disfrutaban de sus reconocidas aguas termales. Allí eran visitados por miembros de la Corporación Municipal bilbiltiana que recibían donaciones para la ciudad.
La generosidad de Raimunda de Osorio y Ortega con la ciudad llevó al Ayuntamiento a nombrarla Hija Adoptiva, según acuerdo del 8 de junio de 1892. Así se decidió por unanimidad, una distinción que se le entregó al año siguiente acompañándose ese título con una ejemplar lujosamente encuadernado de la “Historia de Calatayud”, de Vicente de la Fuente.
Debieron ser abundantes las dádivas de la marquesa en aquellos años, porque en sesión plenaria del 26 de junio de 1895 se propuso dar su nombre al paseo de la Ronda de Alcántara. Hubo también un acuerdo unánime y de ahí que el actual paseo Cortes de Aragón, fuese antes paseo de los Marqueses de Linares.
Ya en el siglo XX, el 17 de enero de 1901, se acordó regalar a este matrimonio de la nobleza española una banda azul como las que recibían los concejales para los actos oficiales. Costó 159 pesetas con el escudo de Calatayud bordado, pero no llegó a entregárseles. Debido al frágil estado de salud de la marquesa no viajaron a Alhama de Aragón ese verano.
Ella fallecería el 27 de octubre de ese mismo año y para su funeral se envió una corona fúnebre en nombre del pueblo de Calatayud. Una comisión municipal también asistió a su funeral, y en su recuerdo se celebró una misa en la Colegiata de Santa María la Mayor.
El 6 de noviembre el marqués envió un telegrama agradeciendo los gestos de duelo en la ciudad y en el consistorio bilbilitano se hicieron la gestiones para que recibiese la banda. Este detalle fue agradecido por José de Murga con 2.000 pesetas para que se invirtieran en la ciudad como se acostumbraba.
Esta historia es la que recuerdan los dos grandes creaciones de José María Sánchez en sus salidas en tantos momentos festivos de la ciudad y de otras localidades, y es la que será posible compartir con los linarenses gracias a la disponibilidad y al compromiso del Grupo Cultural AJB con la comparsa de Cabezudos, Gigantes y Enanos de Calatayud.