Calatayud crece con la orgánica gracias a las 1.200 familias que ya separan y reciclan la basura

La recogida de biorresiduos domésticos está creciendo en Calatayud. Es la única ciudad de la provincia, a excepción de Zaragoza, que cuenta con una planta para la recogida y procesado de los residuos domésticos de origen vegetal y animal que generamos en nuestros hogares. Desde que en junio entrase en funcionamiento la planta de compostaje construida en el paraje de Las Planas de Armantes, 1.200 familias se han inscrito y han recogido su kit para utilizar los contenedores marrones.

Se comenzó con 200 inscritos. Desde julio a octubre se ha pasado de 400 a 1.200 familias y se han duplicado los kilos de basura orgánica recogidos. En octubre fueron 4.300 kilos. “Es una cantidad modesta pero estamos en el inicio y vamos comprobando como crece el interés por esta recogida selectiva en las viviendas”, indica la concejal de Medio Ambiente, Ana Isabel García. Un paso importante será la implicación de los llamados grandes generadores. Son las residencias de mayores (la municipal ya está reciclando), hoteles, restaurantes, bares, comedores escolares, el hospital y la Academia Logística.

20.000 kilos en proceso

En toda la ciudad de Calatayud, incluidos sus barrios, se recogen anualmente unas 7.000 toneladas de residuos domésticos, que desde el cierre del vertedero supracomarcal se trasladan al CTRUZ (Complejo de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza). “El 40% de todo lo que echamos en la bolsa de basura son residuos orgánicos que podrían convertirse en compost, evitando los costes de su transporte a la capital aragonesa, de su tratamiento allí, además del impacto ambiental que ese traslado conlleva. Se podría por tanto alcanzar un ahorro próximo al 40% en la gestión de las basuras”, precisa Ana Isabel García.

En la actualidad en la planta bilbilitana hay unos 20.000 kilos de estos biorresiduos en proceso de transformarse en nutriente y fertilizante natural para parques y jardines. Una vez que esa fracción de basura llega a esas instalaciones, los operarios de la Brigada Municipal de Medio Ambiente se hacen cargo de su tratamiento retirando los residuos que no son desechos orgánicos (impropios). Son aquellos que no deberían meterse en las bolsas compostables que, por otra parte hay que incidir, son las únicas que deben de emplearse para el contenedor marrón. En el Ayuntamiento, en el departamento de Medio Ambiente, se proporcionan bolsas compostables de forma continuada a los inscritos en esta recogida selectiva.

Este personal controla durante todo el proceso la humedad y temperatura de los restos orgánicos que se mezclan con material vegetal, y que periódicamente  voltean hasta que ese residuo se convierte en un abono para la tierra.

75 contenedores marrones.

El número de contenedores instalados en la ciudad para la recogida de la fracción orgánica de la basura alcanza las 75 unidades. Las 1.200 familias que tienen sus cubos y llaves lo han solicitado rellenando un cuestionario en las oficinas municipales, en el área de Medio Ambiente. Otra opción es descargarse el código QR que aparece en los 4 monolitos de información colocados en diferentes puntos de la ciudad, y en los folletos informativos repartidos con el contenido de esta campaña de concienciación denominada “Calatayud crece con la orgánica”.

Los residuos que los vecinos depositan en estos contenedores marrones son recogidos los lunes, miércoles y viernes por la empresa Urbaser y se transportan hasta la planta de compostaje. En el caso de los tres barrios pedáneos bilbilitanos, la basura orgánica se va a tratar en sus propias compostadoras comunitarias. No se traslada a la planta de Armantes.

En Huérmeda este sistema funciona desde mayo con la decena de domicilios que lo solicitaron. Además del kit reciben una llave para usar la compostadora comunitaria. Esta misma solución se quiere aplicar desde la concejalía de Medio Ambiente en el barrio de Embid de la Ribera y de Torres.