MONUMENTO A LOS SOGUEROS

HILADORES Y SOGUEROS DE CALATAYUD
El cultivo del cáñamo
El cáñamo (Cannabis sativa) es una planta cultivada por sus fibras y sus propiedades estupefactivas, estas últimas especialmente presentes en la variedad indica. Originario de Asia Central, pasó después a Persia y a India, antes de extenderse por Europa como planta textil.
Se cría en los regadíos, pues requiere mucha agua. El cáñamo llegó a las vegas de Calatayud y su comarca probablemente en la Edad Media. Existe documentación desde entonces que acredita su implantación como cultivo textil y el desarrollo de oficios que la utilizaban como materia prima, tales como talegueros, alpargateros y sogueros. En el siglo XVIII las sogas de Calatayud se exportaban principalmente al arsenal de Cartagena y era tal su importancia para la Armada que había en Calatayud un comisionado del Gobierno para la compra del cáñamo. Su cultivo se mantuvo hasta la primera mitad del siglo XX, cuando las sogas tradicionales fueron sustituidas por componentes sintéticos. Autores como Ignacio de Asso, Miguel Monterde, Pascual Madoz o Vicente de la Fuente ensalzaron el cáñamo bilbilitano y su calidad.
Los hiladores
El cáñamo se arrancaba, se dejaba secar en el campo y se ataba posteriormente en fajos. Después la planta era sumergida en albercas para que fermentase: este proceso se llamaba albercado. Transcurridos unos días, se dejaba secar al sol.
El proceso de fabricación de cuerdas era muy laborioso. El trabajo de los sogueros se desarrollaba al aire libre, en eras o espacios abiertos llamados hiladores. El primer paso era el agramado, que es la obtención de la fibra a partir de los tallos secos del cáñamo, utilizando la agramadera. El siguiente era elespadillado, para separar definitivamente con la espadilla la cañamiza que se hubiese quedado adherida a las fibras.
El rastrillado consistía en separar las fibras según sus calidades. El cáñamo era pasado repetidas veces por el rastrillo para que las fibras más cortas se quedasen enganchadas en las púas: eran lalevada; las de mayor calidad formaban lacanal, que se recogía en manojos llamados piñas, que debían quedar lo más igualados posible.
El soguero fijaba las fibras de la piña a su cintura y protegía sus manos con un trapo de paño mojado para que no quedasen dañadas por el hilo o veta. Comenzaba el hilado: un extremo se metía en la carrucha y, mientras un soguero hacía girar la rueda con un movimiento uniforme, el otro caminaba hacia atrás para formar el hilo con el movimiento de torsión de la rueda y con sus manos, en una secuencia continua que llamaban aclarar. Cada vez que se hacía el recorrido hasta alcanzar la longitud de la cuerda, se volvía al punto de partida para iniciar otra vez el proceso de hilado. Cada cierta distancia se colocaban las ansas para evitar que los hilos se enredasen o se manchasen.
Generalmente una cuerda estaba formada por dieciséis hilos o vetas. Para la elaboración de la cuerda, se preparaban cuatro cordones de cuatro hilos cada uno. Empezaba entonces el corchado, que requería la presencia de tres personas; mientras una sujetaba el gancho o ferrete, otra caminaba hacia adelante uniendo los cuatro hilos por las canales del fustre y la última daba vueltas a la rueda.
Una vez terminados los cordones, había que torcerlos para que cogiesen más vuelta y se igualasen. Seguidamente se estiraban y se iniciaba el pasar una malla de alambre para quitarles la cañamiza que hubiese quedado y dejarlos finos; después se les pasaba el llano, un trozo de saco mojado, de nuevo la malla y, finalmente, el seco, un trozo de cuerda. Se dejaba que los cordones se secasen al sol sobre las ansas. Para completar la cuerda, se corchaba, esta vez en la máquina de corchar, y de nuevo era preciso tensarla, dándole vueltas, y pasarle elseco.
El último paso era el plegado de la cuerda, que se llevaba a cabo en el plegador. La cuerda resultante debía tener una longitud, pero y grueso previamente determinados, que se conseguía gracias a la experiencia y buen hacer de los sogueros. Por ejemplo, una soga de acarrear debía tener doce mm de grosor, doce varas de largo y un kilo y medio de peso.
La cofradía de San Pascual Bailón
En el siglo XV existía en Calatayud la cofradía de San Juan de los Sogueros, que desapareció en las centurias siguientes. La sustituyó en la defensa de los intereses gremiales de los sogueros la cofradía de San Pascual Bailón, surgida probablemente en los inicios del siglo XVIII, establecida en la iglesia de los franciscanos. Sus miembros debían superar un examen práctico de cordelería. En 1836 se instauró la libertad de industria en España y los gremios dejaron de regular el ejercicio profesional, aunque los sogueros mantuvieron su espíritu corporativo como hermandad. Desamortizado el convento de San Francisco de Calatayud, se acogieron a la parroquia de San Andrés.
A finales del siglo XX la hermandad recibió en donación la casa-oratorio de Nuestra Señora del Buen Parto, en la plaza del Olivo, que ha sido desde entonces su sede social. El día 17 de mayo celebra la fiesta de San Pascual Bailón, con su tradicional procesión bailada y su propia tonadilla, interpretada con dulzaina y tambor. Hasta la década de 1980, para ser miembro de la cofradía, el solicitante debía ser soguero y pasar un prueba en la fabricación de cuerdas y alpargatas o bien pertenecer a una familia con tradición en estos oficios. Actualmente la cofradía de San Pascual Bailón mantiene vivo el recuerdo del tradicional oficio de los sogueros, que marcaron toda una época en la economía y sociedad bilbilitanas.
Centro de Estudios Bilbilitanos
Fuentes documentales
- CASADO LÓPEZ, M. (2021), Las cofradías de Calatayud. El alma de la tradición y de las fiesta, IFC, Calatayud.
- MONESMA, E. (1996), Los sogueros [DVD]
- MILLÁN GIL, J. (2005), "El trabajo del cáñamo en la Comunidad de Calatayud", VI Encuentro de Estudios Bilbilitanos, IFC, Calatayud, pp. 99-112.
Fotografías: Archivo digital del Centro de Estudios Bilbilitanos.