Calatayud, exponente de tradición, evolución e innovación empresarial
Nuestra ciudad, que cuenta con una ubicación privilegiada ha hecho una decidida apuesta por incorporar nuevos sectores económicos en los que destaca la tecnología y la investigación.Geográficamente ubicada en un cruce de caminos y en la fértil vega del Jalón, históricamente Calatayud ha sobresalido por su fruticultura. Por su industria vinculada mayormente a la agricultura, la conserva, y la alimentación. Por su actividad comercial, exportadora, y de transporte.
Fue una potencia en la fabricación de sogas y en arboricultura. El lugar en el que nacieron las frutas de Aragón, o donde se conserva una de las confiterías más antiguas de España de la que salieron los bizcochos favoritos de Alfonso XIII, los de “suela de alpargata”, los bizcochos de Calatayud.
Es otro de las marcas de esta ciudad la formación y la especialización aquí de miles de profesionales de diferentes áreas, que han aplicado y trasmitido su conocimiento por todo el país.
Si innovar es adaptarse a los cambios, la empresa bilbilitana ha evolucionado para ganar en productividad y competitividad. Para crear nuevos productos y crecer en mercados, teniendo muy presentes las transformaciones sociales, las tecnológicas y la perspectiva global.
Diversificación económica
A los sectores tradiciones se han ido incorporado otros. La investigación médica y farmacéutica, la biotecnología, la automoción, la economía circular… .
Uno de los principales fabricantes europeos de implantes quirúrgicos diseña y desarrolla sus productos en el Polígono de Mediavega.
En el de La Charluca se investigan y producen proteínas recombinantes para uso farmacéutico, alimentario, y de diagnóstico médico. Se proyectan y fabrican piezas casi artesanales con fibras de carbono y de vidrio para vehículos de lujo, de competición, o para equipos aeronáuticos y de defensa. También se construyen automatismos y soluciones de ingeniería para atender las necesidades a la carta de múltiples sectores, o se fabrican productos adsorbentes en procesos más sostenibles.
Excelente ubicación y suelo industrial
La localización de Calatayud en el mapa es privilegiada, como los son también sus comunicaciones. Por autovía y tren (es Ciudad AVE), en un radio de 400 kilómetros está conectada con 20 millones de habitantes y con el 60 % del PIB del país.
Esta realidad explica la importante progresión de la actividad logística en la localidad. Es además una ventaja competitiva que se quiere aprovechar. Su proximidad al cada vez más saturado Corredor del Henares, y a medio camino entre el principal aeropuerto del país y la mayor Plataforma Logística de Europa, hacen a Calatayud un destino interesante para invertir, y donde van a ganar en capilaridad las empresas que buscan diversificación geográfica y disponibilidad de suelo a un mejor precio.
El Ayuntamiento de Calatayud ha emprendido el desarrollo de 407.000 metros cuadrados nuevos en La Charluca, (620.00 junto al municipio vecino de Paracuellos de Jiloca), en la que va a ser su principal zona empresarial, idónea para la producción industrial, para las tecnológicas, o para el abastecimiento.
Ciudad consolidada y de servicios
Esta localidad zaragozana tiene otras virtudes y beneficios para quien la elige. Es una ciudad consolidada, con una larga historia que cuenta su rico patrimonio, con todos los servicios y equipamientos. Educativos, sanitarios, con hospital, con trenes de Alta Velocidad, con centro de la UNED, campo de golf, y con un tejido comercial que incluye varios negocios centenarios.
Calatayud es calidad de vida, naturaleza, cultura, deporte, y está comprometida con esas características que definen la innovación actual como son la social y la medio ambiental. Por ello es primordial en la gestión municipal favorecer las inversiones empresariales y crear las condiciones para el crecimiento económico. También la vivienda, la atención a los mayores o a la infancia. Es además destacable que hace un año construyó la primera planta de compostaje de la provincia para el tratamiento de la basura orgánica, y así reducir la huella de carbono y los costes económicos que para el ciudadano tiene el traslado de estos residuos a la capital aragonesa.